Nuestro taller de escritura está dando sus primeros frutos.
Cuento de Carla.
Este verano ha sido el más increíble de mi vida. Un día fui a la playa que suelo ir habitualmente con mis padres, me puse mis gafas de buceo, como siempre hago, y comencé a bucear cada vez más profundo. Al fondo del mar vi un túnel oscuro, en ese momento pensé: “Lo atravesaré para ver que hay al otro lado.” Pero ya me estaba quedando sin aire, así que subí, y cuando casi llegué a la superficie empecé a respirar bajo e
l mar. Era algo mágico, pero yo sólo podía pensar en atravesar el túnel para ver qué había al otro lado. Fui nadando hasta el túnel, lo atravesé y… ¡fue increíble! Vi un castillo hecho de coral, lleno de sirenas y sirenos. Se me acercó una sirena con el pelo largo y castaño, ojos azules, una cola llena de escamas de color naranjita y me dijo: “Hola me llamo Carolina.” En ese momento yo estaba muy asustaba y no sabía que decir, así que le dije mi nombre y en ese momento me hice amiga suya. Me enseñó el castillo y hasta me presentó a sus amigos. También un juego marino al que estábamos jugando. En ese mismo momento vino el padre de Carolina muy enfadado y la dijo:”No quiero que vuelvas a hablar con humanos nunca más.” Mi amiga sirena y yo estábamos muy tristes, pero cuando su padre se fue, Carolina me dijo: “Toma, es una caracola mágica, cuando quieras verme agítala”. Finalmente nos despedimos y me fui nadando hasta la orilla. Vi a mis padres preocupados, y cuando iba a contarles lo que me pasó… ¡ Me desperté ¡ ¡ Todo había sido un increíble sueño ¡
l mar. Era algo mágico, pero yo sólo podía pensar en atravesar el túnel para ver qué había al otro lado. Fui nadando hasta el túnel, lo atravesé y… ¡fue increíble! Vi un castillo hecho de coral, lleno de sirenas y sirenos. Se me acercó una sirena con el pelo largo y castaño, ojos azules, una cola llena de escamas de color naranjita y me dijo: “Hola me llamo Carolina.” En ese momento yo estaba muy asustaba y no sabía que decir, así que le dije mi nombre y en ese momento me hice amiga suya. Me enseñó el castillo y hasta me presentó a sus amigos. También un juego marino al que estábamos jugando. En ese mismo momento vino el padre de Carolina muy enfadado y la dijo:”No quiero que vuelvas a hablar con humanos nunca más.” Mi amiga sirena y yo estábamos muy tristes, pero cuando su padre se fue, Carolina me dijo: “Toma, es una caracola mágica, cuando quieras verme agítala”. Finalmente nos despedimos y me fui nadando hasta la orilla. Vi a mis padres preocupados, y cuando iba a contarles lo que me pasó… ¡ Me desperté ¡ ¡ Todo había sido un increíble sueño ¡
1 comentario:
muy bien carla hice bien en cogerte como amiga
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